​La diferencia entre curación y sanación reside en que la primera se enfoca a un área delimitada del ser mientras que la segunda sucede en todas las áreas al mismo tiempo. Al no ser parcial, la sanación siempre es completa y duradera.

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En terapia multidimensional es importante considerar el estado del cuerpo y del entorno que habitamos. Muchos trastornos mal llamados psicológicos se originan a partir de desequilibrios orgánicos o ambientales, Y, a la inversa, muchos problemas físicos se ocasionan debido a alteraciones mentales, emocionales o vinculares. No podemos considerar un plano sin el otro, pues son interdependientes y su influencia es recíproca. La depuración física tiene muchos beneficios extrafísicos como el aumento en la claridad mental, la atención, la memoria, la concentración y la regulación emocional.

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Al limpiar el cuerpo y la mente de sus respectivas toxinas los procesos de ambos cooperan en vez de interferir entre sí. Por ejemplo, no sirve de nada hacer psicoterapia cognitiva conductual si llevamos una alimentación inadecuada (por ejemplo alta en azúcares y carbohidratos) que deteriore nuestro cerebro abonando el terreno para el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. De hacerlo estaríamos remando contra la corriente (o contra nosotros mismos). Puede ocurrir algo similar por ejemplo en el caso de que nos alimentemos muy bien pero a la vez nos exponemos a contenidos mentales tóxicos (propios o ajenos) en nuestro campo mental (como pensamientos negativos o invalidantes hacia uno mismo). 

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