
RADIESTESIA
Todo lo existente es energía y por lo tanto vibra en diferentes frecuencias e intensidades. La radiestesia es la disciplina que nos permite detectar tales vibraciones a través de diferentes instrumentos tales como el péndulo, las varillas o el aurameter, los cuales pueden cualificar, cuantificar y armonizar las energías sutiles de los campos electromagnéticos.
La radiestesia se puede emplear en personas, animales, plantas, minerales y objetos para purificar y calibrar los cuerpos energéticos. También se puede emplear para limpiar y armonizar los espacios que habitamos.
En las sesiones se realiza previamente un diagnóstico del campo áurico y los cuerpos sutiles y, en base a esta medición, se realizan los ajustes necesarios (limpieza del aura y los centros energéticos, alineación de los chakras, armonización de las capas áuricas, sanación etérica, etc.).

RADIESTESIA PERSONAL
La radiestesia nos ayuda a detectar y descifrar el mundo invisible que nos rodea. Los seres humanos somos antenas que captamos y emitimos energía desde y hacia nuestro entorno permanentemente. La radiestesia a nivel personal tiene dos areas principales de aplicación: la evolutiva y la terapéutica.
En su uso evolutivo, la radiestesia es un instrumento que nos ayuda a conectar con nuestro mundo interior y acceder al campo de información de nuestro inconsciente. El cerebro capta mucha más información de la que somos conscientes. La radiestesia, al trabajar con nuestro hemisferio intuitivo, nos permite acceder a las respuestas que están más allá de la mente racional y que provienen de la propia fuente de sabiduría olvidada.
En su uso terapéutico, la radiestesia nos permite medir, interpretar y armonizar los cuerpos energéticos para recuperar o mantener en equilibrio nuestra salud de un modo integral. Muchos problemas físicos se originan en desequilibrios de los cuerpos sutiles (emocional, mental y espiritual) y es necesario corregir ese desbalance para que los síntomas se resuelvan de raíz y remitan por completo.

RADIESTESIA AMBIENTAL
En su uso ambiental, la radiestesia nos permite detectar las energías sutiles del entorno y cosmotelúricas, es decir, provenientes del cosmos y de la tierra, para neutralizar su influencia regulando su intensidad. Nuestro planeta es un ser vivo y, al igual que nosotros, tiene un campo electromagnético que emite y recibe energías desde y hacia el cosmos.
También podemos utilizar la radiestesia para medir los campos de energía provenientes de distintas fuentes de radiación que generan electrosmog. Debido a la contaminación, urbanización y aumento de la tecnología nuestra salud y calidad de vida se han visto afectadas en los últimos tiempos. Muchas veces no somos conscientes de esta influencia hasta que se manifiesta negativamente a nivel físico. Con los instrumentos radiestésicos se pueden diagnosticar y corregir las anomalías energéticas del hogar y el entorno que nos rodea.